De pequeña, no era conciente de la forma de mi cara y vivía tan tranquilamente. Hasta que haciendo las prácticas en un centro de Estética, vino una comercial a visitar el centro y me miró fijamente. Sus palabras fueron: Tu cara es totalmente cuadrada. Y me la tocó.
Me quedé flipando la verdad, no me había fijado hasta entonces que mi cara era tan grande y cuadrada. Pero efectivamente es así.
En esa época cuando esa mujer me dijo eso, no se pensaría que me acordaría de sus palabras de por vida y que marcaría un antes y un después de mi complejo. En esa época, estaba delgada y solo tenía complejo de mi pequeña barriga abultada. Lo que me dijo esa mujer no me creó un trauma, pero sí me hizo reflexionar y darme cuenta del tamaño de mi mandíbula.
Ahora que sigo teniendo mi cara cuadrada, mi papada de los quilos de más que aún hace la cara más grande, los ojos pequeños y achinados, y las facciones un poco más marcadas por el paso de los años (aunque aún soy joven), tengo bastante complejo de mi cara. Es muy grande y muy cuadrada. Si me fijo bien, a veces le veo toques masculinos incluso.
Aunque en mi día a día no me apetece peinarme, sí que me dejo el pelo suelto cuando tengo un evento para que no se note tanto mi cara cuadrada. E intento maquillarme con contouring en sombra para disimular la cara cuadrada y la papada.
Este es otro de mis complejos que incluso cuando he estado delgadísima, he seguido teniendo la forma de mi cara totalmente cuadrada.
